Canta garganta con arena.
 Montevideo despide al sol por unas horas, El viejo Guillermo se encuentra solo, sentado  en la rambla de espaldas a la sombra de la noche.Una antigua radio le canta tangos al oido y en los ojos de Guillermo se proyectan recuerdos de todos colores.Noche tras noche, tras noche...La radio dejó de cantran un 8 de diciembre que la luna no salió.
Montevideo despide al sol por unas horas, El viejo Guillermo se encuentra solo, sentado  en la rambla de espaldas a la sombra de la noche.Una antigua radio le canta tangos al oido y en los ojos de Guillermo se proyectan recuerdos de todos colores.Noche tras noche, tras noche...La radio dejó de cantran un 8 de diciembre que la luna no salió.
 
 
 
          
      
 
 
          
        
          
        
Canta garganta con arena.
 Montevideo despide al sol por unas horas, El viejo Guillermo se encuentra solo, sentado  en la rambla de espaldas a la sombra de la noche.Una antigua radio le canta tangos al oido y en los ojos de Guillermo se proyectan recuerdos de todos colores.Noche tras noche, tras noche...La radio dejó de cantran un 8 de diciembre que la luna no salió.
Montevideo despide al sol por unas horas, El viejo Guillermo se encuentra solo, sentado  en la rambla de espaldas a la sombra de la noche.Una antigua radio le canta tangos al oido y en los ojos de Guillermo se proyectan recuerdos de todos colores.Noche tras noche, tras noche...La radio dejó de cantran un 8 de diciembre que la luna no salió.
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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